29.3.09

Personas del Pasado - Gabino

Durante una temporada el negocio cambio varias veces de empleado, en una de esas recuerdo particularmente un día que me dijo mi papá "hijo, saliendo de la escuela quiero que vayas al puesto a ver como le va al chavo nuevo, ya le estuve explicando yo un poco".
Para comenzar se me hizo raro que mi papá hubiera contratado a un hombre, los únicos que habíamos atendido la taquería éramos el y yo y generalmente eran chavas las que atendían como dijera Don Ricardo "de que no te laves las manos tu a que no se las lave ella, prefiero que no se las laven ella" (eso lo dijo refiriéndose a una empleada, aún me hace gracia ese comentario por muy naco que pueda parecer).
Acudí al puesto como me habían ordenado, llegué y vi a este chavo con barba de candado, están de acuerdo que si yo era un mocoso a mis 14, el era un señor a sus 21, recuerdo que tenía barba de candado y una complexión de delgado y fornido, yo no era muy alto en ese entonces pero el mediría como 1.60. Además su manera de vestir me resultaba peculiarmente acicalada, no es bueno trabajar en esa vestimenta, pantalón de mezclilla acampanado, zapatos muy bien lustrados, camisa blanca con corte de cuello diferente, y chaleco. Debo de admitir que a mi edad me pareció que él tenía buen gusto, además siempre iba bien peinado y bien rasurado.
Esa vez no cruzamos palabras, solo las necesarias para realizar las labores y al final de la jornada cerramos todo y pasó una chava, más o menos su misma estatura, delgada rubia, hermosa, era su prometida.
Con el tiempo yo me quedaba a hacer mis tareas, y conversaba un poco más con él. Su situación me resultaba un tanto peculiar, no tenía padre, vivía con su madre y un poco más pequeño que yo había emigrado a E.U. y había crecido allá, solo que había regresado porque se había enamorado de una chava que tenía familia en mi ciudad, entonces había tenido que regresar a visitar pero como iban a estar varios meses pues decidió que necesitaba un trabajo temporal. No comprendía el porque hacer esto hasta que al final de la jornada pasó ella por el y vi que era hermosa.
Gabino me contaba historias interesantes, que en momentos me parecían salidos de una película. Una vez me platicaba que de donde el venía había ocasiones en las que no se peleaban a golpes en la disco sino que se peleaban bailando y que el era muy bueno entonces casi siempre ganaba y tenía respeto por ello y era muy conocido (suena ridículo, no?).
Debido a los puntos que le admiraba a Gabino y el tiempo que teníamos que pasar juntos, nos volvimos amigos, yo le admiraba y quería aprender las habilidades que no tenía, como el como había hecho para conseguirse una novia tan bonita, obviamente nunca aprendí nada de eso, también en mi estado de puberto en ese entonces tenía muchas discusiones con mi papá, y bueno lo discutía con Gabino y trataba de que esa mentecita mía madurara haciéndome entender que tenía que crecer.
Durante un tiempo cambiamos música, recuerdo que mis gustos apenas maduraban y eran buen momento para recibir la música que el traía de E.U. y el solo se conformaba con casettes de Maná.
Y bueno a Gabino lo veía como el hermano fresa y cool que nunca tuve, trabajaría unos 4 meses en el negocio, y nos veíamos diario prácticamente, hasta que un día mi papá estaba muy alterado y me dijo que fuera ya. Entonces resultó que, Gabino no había podido tolerar a mi padre y se había encabronado tanto que cerró el negocio y dejó todo ahí nada más y pues se llevó la mayoría del dinero que había en caja como su liquidación de los días que le debían y nunca más lo volví a ver.