22.1.09

Personas del Pasado - Karina

En la secundaria había varios puestos de paletas y dulces, en uno de ellos en particular, el puesto de paletas heladas al lado de mi taller de electricidad trabajaba Karina.
Karina era una chava menudita, como de 1.65, morena, de unos 17 años, que era aficionada al dibujo, como iba frecuentemente a comer paletas heladas con ella la fui tratando junto con otro compañero, con el tiempo nos hicimos buenos amigos, hasta puedo decir que desarrollé un amor platónico por ella, no era que fuera mi tipo, además yo era un mocoso, pero me atraía el hecho de saberla más grande y curvilínea que el resto de mis amigas y bueno, yo era un puberto.

Frecuentemente la visitaba, entre mis clases, mis horas libres para platicar con ella, me contaba que vivía con su mamá y no tenía padre, le gustaba dibujar y siempre llevaba un cuaderno, me comentó que su situación era tan difícil que ella al salir de la secundaria se había tenido que poner a trabajar, y que yo debía de sentirme dichoso de mi futuro.
Siempre presentía que Karina tenía algo de melancolía en sus ojos color miel, tenía una expresión permanente entre ternura, melancolía y miedo, pero no sabía porque.
Nuestras pláticas eran de lo más triviales, de que pasó en Los Simpsons a que si no ha ido Fulanito a comprar hoy, o cual compañera me gusta, y la verdad fue una de las primeras ocasiones en las que disfruté de la compañía femenina.
Después se anexó alguien más al grupo, una chava de otro salón también iba a platicar con ella, y se hicieron buenas amigas, no como la amistad que llevábamos, cuestión de géneros supongo.

Yo dejé de frecuentarla porque me estaba juntando con otros compañeros para actividades un tanto más ilícitas, en nuestras ultimas conversaciones me comentaba que tenía pensado irse con su novio a E. U. que había una compañía que hacía los espirales para las libretas y que podía trabajar ahí así que en un futuro cruzaría la frontera para ponerse a trabajar y que le fuera mejor.
Un día llegó la chava de otro salón que también era su amiga, y Karina se veía preocupada, así que nos pidió a mi amigo y a mi que nos alejáramos, que tenía que platicar con su amiga y que no quería que oyéramos, como nos valía madre, nos sentamos lo suficientemente cerca y lo suficientemente callados como para que no nos vieran, escuchar sin que se dieran cuenta. Y entonces escuché:
-" No puedo creerlo, ayer lo vi, tengo mucho miedo..."
-" A quien?"
-" Te voy a contar algo pero no le digas a nadie."
-" Está bien, me preocupas, por qué lloras?"
-" Es que, cuando tenía 12 años, estaba en mi casa, y mi mamá había salido a la tienda, entonces yo estaba lavando y subí a tender la ropa, de repente mientras tendía que me salen dos tipos y uno de ellos me sujeta por la espalda y me tapa la boca, y entonces, quise gritar, pero no podía, luché y no me pude soltar, y entonces me empezaron a jalonear la ropa, y me violaron, me lastimaron mucho y me dejaron ahí tirada en la azotea, perdí la conciencia, mi mamá no se había dado cuenta, y cuando desperté me puse a llorar y me acomodé la ropa y me bajé de la azotea corriendo.... desde entonces, tengo mucho cuidado cuando me subo y casi ya no me subo yo a tender la ropa, muchas veces tengo pesadillas y me da mucho miedo quedarme sola en mi casa, pensé que ya había pasado todo pero ayer vi por mi casa a uno de los tipos, creo que ni me reconoció y no me acuerdo de su rostro pero estoy seguro que es el."
-" No manches, que miedo, que triste."

Obvio Karina y su amiga estaban llorando, mi amigo y yo estábamos petrificados por lo que habíamos escuchado, nunca había oído una declaración tan fuerte, y entendí porque tenía esa mirada. Días después de esa platica yo me decidí a confesarle que había escuchado y que lo sentía mucho (como queriendo pedir perdón por el genero y por la desgracia ajena). Le di un abrazo y me dijo que estaba bien, que ahora ya sabía y que no quería que pensara mal de ella y tampoco debía decírselo a nadie, así que guardamos el secreto, la chava, mi amigo y yo.

La conocí cerca de cuatro meses, un día después de ese escalofriante relato iba yo tranquilo por una paleta como ya era costumbre y justo iba a saludar efusivamente cuando vi que atendía otra chava, le pregunté por Karina y me dijo que no sabía que a ella la acababan de contratar y ahora ese sería su lugar, entonces fui a buscar a mi amigo, le platiqué lo sucedido y nos preocupamos por ella y nos molestamos porque pasaron los días y se había ido sin despedirse, asumí que había ido a E.U. a hacer espirales para las libretas. Tiempo después mi amigo me enseñó un articulo en un periódico (estábamos lejos del Internet) donde hablaba de las victimas de violaciones, y el perfil psicológico y el daño que tiene alguien en esa situación, y que generalmente tienden a cambiar de domicilio para aminorar el dolor de la vejación recibida, así que entendí porque se había ido, y nunca volví a saber de ella.

2 comentarios:

*ஐʚïɞ Alex Colatte ʚïɞஐ* dijo...

woralesssssssss, como recuerdas tanto???

yo a duras penas recuerdo compañeros de la primaria

saluditos

Bruja dijo...

...Chale...no vuelvo a leer tu blog en horas de trabajo, tuve que disimular el nudo en la garganta.