28.8.11

Ya no se me escapa la vida con el humo...

Un día como hoy hace, unas 20 semanas lo hice por última vez, lo he vuelto a intentar otra vez, un día, pero no he llegado a pasar a más de la primer bocanada y con eso sentí un mal sabor de boca y un olfato inundado de toxinas que ya no me provocan placer alguno.
Así es, a mí, ya no se me escapa la vida a bocanadas, y nunca pensé que lo haría, ni me siento mejor que los que lo siguen haciendo solo porque dejé de hacerlo.

Teníamos una gran historia juntos, pues por casi 10 años estuvo en mi vida, y muchas personas me recuerdan con un Zippo y siendo entusiasta catador y disfrutando. Yo siempre decía que no lo dejaba simplemente porque no tenía motivos suficientes para hacerlo, no quiero vivir para siempre o vivir mucho, siempre estuve conciente del daño que me hacía y de lo mucho que disfrutaba haciéndolo.
Finalmente hace como 20 semanas por motivos odontológicos tuve que dejar de hacerlo, al principio solo seguía la recomendación y mi fuerza de voluntad me ayudó a mantenerme. Exceptuando por un último cigarrillo con un buen amigo en una fiesta. Me mantuve firme, lo asombroso es que conforme pasaban los días y me veía libre de alcohol y nicotina (entre otras sustancias) comencé a sentirme con más energía, más despierto, era la cosa más rara porque sentí como si hubiera estado anestesiado o adormecido por muchos años, sin saberlo.

Al cabo de unas 4 semanas ya no vi la razón para recargar mi Zippo y regalé los últimos cigarrillos que me quedaban y me pude dar cuenta que mi olfato había mejorado considerablemente, se volvió más sensible, también mi sentido del gusto, y me sentía con más energía que antes, como para salir a caminar, ser más activo.

Hace años cuando comencé lo hacía porque me embriagaba más rápido, me mareaba, además en ese entonces me ayudaba a mitigar una libido excedida que para mi ex era un problema. Además durante mucho tiempo me ayudó a controlarme en episodios que tenía de ansiedad y coraje, básicamente cuando estaba muy nervioso o muy encabronado.

Mi formula para dejarlo ha sido fuerza de voluntad, meditación (para controlar la ansiedad) y ejercicios de respiración, distraerme en otras actividades que no me encaminen a recaer e incrementar mi actividad física. Afortunadamente no he subido de peso o lo he reemplazado por otro vicio. No soy mejor que nadie, simplemente me siento mejor que yo hace 21 semanas.

Voy a extrañar los Cohibas, aunque ahora no sé que extraño. Ciertamente no sé que haré con ese Zippo, los ceniceros y las cigarreras. Probablemente sea un cambio permanente.

1 comentario:

Gloria dijo...

Es tan raro dejar de fumar, ahora cuando alguien pasa fumando me duele la cabeza, ola nariz y toso, jajaja yo lo deje de hacer por mi embarazo, me he fumado un par o tal vez más cuando me he tomado una cervecita pero últimamente todo me da dolor de cabeza, es mi edad jajaja, Felicidades!! me da gusto q no fumes y q hagas tantas cosas buenas por ti :P!!